Deshidratación en niños, la complicación más mortal de la diarrea

Si tu hijo es lactante o niño pequeño y tiene diarrea es vital que inicies tratamiento adecuado y oportuno, que puedes realizar en casa. Consiste en darle suero oral de grado médico para evitar que se deshidrate, ya que el agua en este caso no es suficiente.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, coloca a las enfermedades diarreicas en menores de 5 años como la segunda causa de muerte infantil a nivel mundial. Resultado de no tratar a tiempo y de manera correcta la excesiva  pérdida de líquidos y electrólitos.

Los niños son más vulnerables de morir por diarrea que los adultos, derivado de que alrededor del 70% de su cuerpo es líquido. Los lactantes son particularmente susceptibles a los efectos de la deshidratación debido a sus mayores requerimientos de líquidos y la incapacidad para comunicar la sed o procurarse agua.

Un sencillo pero gran avance en materia de salud contra la diarrea y la deshidratación es suministrar los sueros de rehidratación oral (SRO) que contienen concentraciones de glucosa y minerales que permiten reducir la duración y gravedad de estos episodios clínicos, lo que impacta en la disminución de la mortalidad pediátrica.

El Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, considera que un pequeño tiene deshidratación si: está inquieto o irritable, presenta hundimiento en los ojos, llanto sin lágrimas, boca y lengua secas, saliva espesa, respiración rápida, mucha sed y en caso de lactantes fontanela o mollera hundida.

¿Cuándo acudir al médico? La Secretaría de Salud, SS, señala como signos de alarma sed intensa, se niega ingerir líquidos o alimentos, presenta vómito frecuente o heces líquidas y numerosas (más de 3 por hora) y no disminuyen en 3 días, fiebre por más de 3 días, sangre en las evacuaciones y no ha orinado en 6 horas o más. En ese caso su vida corre peligro por una deshidratación severa y es necesario que reciba atención médica de inmediato para que órganos como cerebro, corazón y riñones no se vean expuestos.

¿Cuándo NO es diarrea? Las heces con consistencia firme no constituyen este padecimiento. Tampoco las de consistencia aguada y/o pastosa en bebés que reciben lactancia materna exclusiva.

¿Cuándo SÍ es diarrea? Si hay 3 o más deposiciones al día o con mayor frecuencia a la que normalmente hace tu niño y que sean sueltas o líquidas. Cuantas más haya, más en riesgo está tu hijo.

Con este padecimiento en cada evacuación tu pequeño pierde agua y electrolitos (sodio y potasio, entre otros) que su cuerpo no alcanza a reponer a la velocidad que los elimina, lo que hace que su metabolismo pierda la capacidad de funcionar adecuadamente. Es necesario recuperarlos para evitar o en su caso atender la deshidratación.

¿Cómo rehidratar vía oral? La manera más sencilla e idónea de ayudarlo a recuperar líquidos es darle a beber alrededor de cada 15 minutos, durante el día, pequeños sorbos de suero oral de grado médico a base de glucosa y electrolitos que se adquiere en farmacia sin necesidad de receta y que está avalado por Cofepris.

La UNICEF, sugiere que cada que un niño realiza una deposición acuosa debe beber líquidos en dosis fraccionadas. Los menores de 2 años entre ¼ y media taza grande (75ml). Los mayores de 2 años entre ½  y una taza grande (150ml). Si el infante vomita esperar alrededor de 10 minutos para reiniciar la rehidratación.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda que en el caso de un bebé con diarrea es importante no interrumpir la lactancia, incluso darle con mayor frecuencia. Es muy difícil que los bebés que reciben lactancia materna exclusiva contraigan diarrea, porque contiene anticuerpos que evitan que enferme.

Finalmente por ningún motivo des a un niño deshidratado bebidas azucaradas como refrescos, jugos ni las famosas bebidas para deportistas ya que no lo rehidratarán sino incrementarán el gasto fecal al aumentar la secreción intestinal del líquido.

Tener buenas prácticas de higiene previene y protege de la diarrea. Lávate las manos previo a preparar o comer alimentos, antes y después de limpiar al niño tras haber defecado. Mantén tu hogar y las manos de tu hijo limpias, sobre todo si tu pequeño ya gatea o camina, recuerda que todo tocan y todo se llevan a la boca en especial sus manos.

Pediatra del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” e investigadora del Sistema Nacional de Investigadores*

Referencias:

https://www.who.int/bulletin/volumes/86/9/07-050054.pdf?ua=1

http://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/salud/guias_salud/2018/guia-salud-ninas-ninos-2018.pdf

https://www.who.int/bulletin/volumes/86/9/07-050054-ab/es/

https://www.unicef.org/spanish/ffl/pdf/factsforlife-sp-part8.pdf

https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/pediatr%C3%ADa/deshidrataci%C3%B3n-y-fluidoterapia-en-ni%C3%B1os/deshidrataci%C3%B3n-en-ni%C3%B1os

http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/DOCSAL7083.pdf

https://www.medigraphic.com/pdfs/abc/bc-2011/bc113f.pdf

https://www.who.int/elena/titles/bbc/dehydration_sam/es/

https://www.unicef.org/spanish/health/index_43834.html

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/diarrhoeal-disease#:~:text=de%20cinco%20a%C3%B1os.-,Las%20enfermedades%20diarreicas%20son%20la%20segunda%20mayor%20causa%20de%20muerte,causas%20de%20muerte%20por%20diarrea