Guía básica de rehidratación en casos de vómito

La expulsión continua y súbita de alimento puede generar deshidratación. Aquí te explicamos cómo evitarla en los niños menores de cinco años. ¡Toma nota!

Por L. N. Guadalupe Montes Casillas*

En esta temporada de calor, en que la temperatura en algunas zonas puede acercarse o superar los 40 grados centígrados, los niños menores de cinco años son especialmente vulnerables a padecer infecciones gastrointestinales donde el vómito es uno de los síntomas que más alarma a los padres.

Este síntoma – en el que el niño expulsa alimento por boca o nariz- se produce cuando una infección por virus o bacterias ocasiona la contracción del estómago con el consecuente ascenso y salida del contenido gástrico. Generalmente, dura dos o tres días y, dependiendo del caso, puede haber diarrea y fiebre.

Si tu hijo presenta estos síntomas llévalo de inmediato al médico teniendo en mente algunos datos para su historia clínica, como características de su alimentación, patrón/frecuencia/aspecto/fuerza del vómito, deposiciones y temperatura.

El médico evaluará sus síntomas y atenderá de manera especial cualquier indicio de deshidratación como sed e irritabilidad y, en casos, severos disminución en el flujo de la orina, sequedad de mucosas, ausencia de lágrimas, alteraciones del ritmo cardiaco y extremidades frías.

El tratamiento generalmente se orienta a mitigar y revertir la deshidratación del menor a partir del uso de suero oral rehidratante de grado médico. Su objetivo es ayudar a reponer las sales minerales y el agua que el menor pierde al vomitar. En algunos casos se prescriben antibióticos.

Este tipo soluciones están avaladas por Cofepris y por la Secretaría de Salud para el tratamiento de la deshidratación. Su fórmula contiene agua, glucosa y electrolitos como cloruro de sodio, cloruro de potasio, cloruro de calcio, cloruro de magnesio y lactato de sodio. ¿Por qué tiene glucosa y no fructosa? Porque mientras la primera facilita el transporte de sodio y agua al interior de las células para favorecer el proceso de rehidratación; la segunda endulza más, pero deshidrata las células.

¿Qué cantidad de suero oral debes proporcionarle a tu hijo? Eso depende de la edad, peso, nivel de deshidratación y recomendación médica. Lo ideal es darlo cada 30 minutos mediante cucharaditas; de este modo se garantiza un suministro constante de solución y es más fácil que la retenga. Si el bebé o infante agrava sus síntomas hay que acudir de inmediato a consulta.

Ahora que lo sabes y conoces la importancia de la rehidratación en caso de vómito, complementa el tratamiento del menor con una alimentación adecuada. Los lactantes deben continuar pegados al seno materno. Si usan biberón hay que ofrecerles la fórmula que usualmente toman. Los niños mayores deben llevar una dieta lo más natural posible; baja en grasa y azúcares. Integra arroz blanco, papas, zanahorias, carnes magras a la plancha y agua natural.

Como puedes observar, la hidratación es clave en casos de vómito. Para más información consulta a tu médico.

*Licenciada en Nutrición Clínica y Maestra en Ciencias de la Salud por el Instituto Politécnico Nacional (IPN).